Alegato de un Inca ante Dios
¿Acaso no sabías que existía este
continente? ¿Por qué la Biblia no lo nombra? ¿O acaso tu mano omnipotente sólo
se encargó de crear Europa y parte de Oriente? Qué eres un gran creador eso no
lo niego, porque fue tu inspiración la que creó al hombre blanco que primero
nos esclavizó, después nos robó y violó y finalmente nos aniquiló.
Siempre creímos que lo peor que habían
traído los españoles en las carabelas había sido la pólvora y las enfermedades,
pero nos equivocamos... ¡fuiste tú! ¿Por qué no te quedaste allá? ¡Por qué no
te devoraron los tiburones en el océano!
¿Dime cuáles de los mandamientos estábamos
transgrediendo? ¿No robar? ¿No matar? ¿No mentir? Ya sé cuál debe ser, no
levantar imágenes de piedra de falsos ídolos, pero si esa fue la razón por la
cual nos trituraron en tu nombre, déjame decirte que nosotros siempre adoramos
cosas que supuestamente tú habías creado, como el Sol, la Luna, el Mar. El
único de piedra eres tú. Solamente alguien de piedra puede quedarse mirando
mientras se tortura y se arrasa con millones.
Además, nuestros dioses jamás nos pidieron
ofrendas monetarias ni un diezmo del sueldo. ¿Cómo puede ser que un Dios que
dice que es amor pueda avalar la existencia del dinero, principal motivo de la
sangre que corre en la tierra?
Ahora entiendo por qué permitiste que nos
exterminen en tu nombre. Te molestaba que existan seres de un color que tú no
habías creado, en un continente que tú no habías creado y que hayan
desarrollado una civilización tan hermosa, tan justa, tan organizada y tan
superior a la del hombre blanco y rubio que tú hiciste a tu semejanza.
¿Es Jesús tu manera de pedirnos perdón,
rey de reyes? En nuestra gente desde que llegó tu doctrina a nuestras tierras
hay millones que murieron de hambre, humillados y ahogándose en una mina,
aplastados totalmente y en todo sentido. Tu Jesús sufrió el látigo algunas
horas, nosotros lo estamos sufriendo hace más de cinco siglos. Con la
diferencia que a tu Jesús lo tienes sentado a la derecha de tu trono (que
seguramente habrás remodelado con el oro que nos robaron), y en cambio al inca
lo mandaste al infierno, porque crucificado y todo, te escupió en la cara.