Poesía
para un zapatista
¡cuánto
cuesta apretar ese botón que nos enciende!
sin
tener que dejar la bondad abandonada
sin
tener que dejar de ser niño
por
eso es que amo a los zapatistas
pequeños
dioses en medio de este infierno
endulzaron
cada gota de la lluvia
remodelando el color de la pintura
manifiestan
el poder de la sorpresa
el
poder que no quiere el poder
acribillan
sin balas a los dueños de la farsa
que
nos condenan a un velorio cotidiano
llegaron
casi al fondo de la utopía
demostraron científicamente
que
una revolución se puede hacer sin rostro
son
una luz invisible para el imperio educativo
pero
si sobreviven es porque desarman el caos
por
algo la selva decidió criarlos
por
algo los arboles le brindan refugio
y
hasta las hojas de los árboles son escudos ante la metralla
del
señor oscuro
y la tiranía de vanos placeres
y la tiranía de vanos placeres
por
más que se intente
condenarlos
a ser la nueva remera
seguirán brillando como un sol
en medio de esta pura noche inumana.
en medio de esta pura noche inumana.