lunes, 12 de noviembre de 2018

LA VENGANZA DEL CORDERO ATADO

Esta noche hay luna llena,
tendría que ser remedio santo.
Pero acá abajo todo está muy raro,
las miradas van bloqueadas, desteñidas, agitadas,
en espejos de colores,
hechizados y con la guardia en alto.

De repente me descuelgan
seres que van cantando melodías
enchufadas a parlantes sin lenguaje penal.

Personajes que no dependen de siniestros signos
de oscuros síntomas, de opacas aspiraciones.
Cantan que ficciones son los planteos,
enseñan:
¡Que hundido estoy en un sueño irreal!
les grito:
¡Cansado voy de comprar pinchados salvavidas
que flotan cuando no hay mar!

Un viento poseído, endemoniado por la vida
sale a la caza
de la luna llena.

No hay comentarios: